Proyecto para la rehabilitación de unas cuadras en las que se construyó un centro rural de 12 viviendas con picadero. Desde el punto de vista económico se buscó abaratar la construcción usando oficios tradicionales conocidos en la zona, y los materiales de uso común para este tipo de edificaciones.
Los muros exteriores se realizarían en un medio pie de ladrillo visto. En las fachadas medianeras se hizo ladrillo macizo y con un espesor también de medio pie. En la fachada posterior el cerramiento será muro de piedra natural con un espesor de medio pie, cámara de aire y aislante térmico de poliuretano proyectado de 5 cm., garantizando con ello la resistencia al viento necesaria para su altura, además de estanqueidad y aislamiento térmico y acústico.
La tabiquería se realizó en ladrillo hueco doble. En el interior, las paredes y techos fueron guarnecidos en yeso negro, enlucidos en yeso blanco y pintados, salvo los paramentos verticales y cocina, que fueron alicatados.
La cubierta es inclinada a dos aguas, con formación de pendientes mediante forjados inclinados y cobertura de teja cerámica. Por otro lado, la carpintería se hizo en madera barnizada, previo lijado.